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Estoy en la India. Estoy en Calcuta. La mierda se come la ciudad. En los estercoleros de las calles donde los cuervos y las ratas también viven hay señoras con su precioso sari buscando… ¿cosas? En esos estercoleros los perros callejeros, la única raza que existe en Calcuta, en esos estercoleros los perros no tienen el valor de entrar. Hay niños tirados en medio de la calle, y no en la acera, lo que quizá haría más humana la imagen ya que al menos no pasarían las motos, los coches, los motocarros, los rickshaws, los vehículos no identificados, no pasarían tan cerca de estos niños como para atropellarlos. Creo que si me quedo el tiempo necesario contemplando la escena conseguiré ver cómo una moto le pasa por encima…pero no me puedo quedar porque el olor que viene del estercolero podría hacer que me desmayara y entonces me pasaría a mi por encima uno de esos carros tirados por un “hombre-caballo”. Dicen que quieren prohibir los rickshaws tirados por “hombres-caballo” porque atenta contra los Derechos Humanos… y yo contemplando en resto del espectáculo de mierda, suciedad, familias durmiendo en chabolas improvisadas en la calle, pis corriendo por la calle juntándose con la sangre de animales que están matando en el suelo al lado de ratas y todo tipo de seres no humanos que habitan esta ciudad… contemplando esa carne que exponen después colgada para que te alimentes, esa carne que no he probado y que no se si volveré a poder comer ni siquiera en occidente sin que me entren ganas de vomitar…y mientras, a un hombre tirado en la calle le sale espuma por la boca y convulsiona. Derechos Humanos-pienso, pienso que esas dos palabras están fuera de lugar.

Pero fuera de lugar o no, a los occidentales nos gusta venir a la India, muchos en busca de nuestra paz interior. Yo he sido una de ellas. Sí, lo admito a veces todos hacemos….”cosas raras” (en mi caso y solo en mi caso para ser respetuosa con la elección de cada uno, repito solo en mi caso, lo voy llamar de forma irónica “hacer gilipolleces”).

Así que no solo contemplo el espectáculo de los barrios de Calcuta sino que, en ese momento de inspiración humanitaria en el que como tienes todas las necesidades de la pirámide de Maslow cubiertas decides que vas a salvar el mundo, en ese momento decidí que sería voluntaria en los hogares de la orden de la Madre Teresa de Calcuta. Así que no solo vivo el shock de andar por las calles sino que cuando llego a la casa que he elegido me siento a jugar (elegiría otra palabra pero al menos doy un poco de alegría a este artículo) a jugar con los niños que tienen parálisis cerebral, los que no tienen ojos (según comentan porque personas malas se los quitan para que cuando pidan por la calle les den más dinero), los que no sabes qué les pasa pero estás segura de que el mejor sitio en que pueden estar es en los hogares de las hermanas porque al menos están limpios y nutridos. ¿Algo más? No, simplemente limpios y nutridos y con un techo. Qué más da que no tengan posibilidad de mejorar porque donde están no es un centro médico occidental, qué más da que los aten para darles de comer, qué más da que les den cucharada tras cucharada hasta que vomitan y se atragantan y luego siguen dándoles la dieta de todos los días, arroz con curry. Estos niños son afortunados de haber sido recogidos, tienen techo, higiene y comida. Al menos pueden estar en el primer escalón de la pirámide de necesidades de Maslow.

Los occidentales que tenemos cubiertos tantos escalones de la pirámide sufrimos sin embargo, en busca de autoestima, reconocimiento, autorrealización, ansiedad, estrés…Cada vez hay más personas que vienen a mis cursos sobre la felicidad, cómo conseguir lo que quieres en la vida, cómo encontrarte y vivir la vida que deseas. Cada vez hay más gente triste en occidente, cada vez más gente deprimida, viviendo vidas vacías, desnutridos emocionalmente…

Aquí me he dado cuenta que lo de occidente no es muy diferente a lo que ocurre en Calcuta, la única diferencia es que el escalón de la pirámide es diferente y aquí la mierda es física y está por la calle, en occidente la mierda es mental y emocional dentro de algunas cabezas….

Aquí he aprendido que nada más entrar en el hotel lo primero es lavarse los pies, esos pies que llegan negros literalmente, lavárselos con chanclas y todo (además de ducharse y lavar toda la ropa todos los días) , es la única forma de mantener algo aséptico el espacio… allí donde la mayoría de los que estáis leyendo esto estáis, lo que hay que aprender es a limpiar cada día los pensamientos tóxicos y a elegir cómo quieres sentirte de bien por la mañana y cómo estás de agradecido cada noche por el día que has vivido.

Creo que estoy un poco cansada de oír que es difícil ser feliz, de oír personas que se lamentan, de ver personas que están desperdiciando su vida. No, no es tan difícil empezar a sentirse bien, sentirse bien sin motivo, alimentarse emocionalmente disfrutando de los momentos de la vida, rodeándote de personas positivas, sabiendo que ocurra lo que ocurra en tu vida lo vas a poder gestionar, haciendo que a las personas a tu alrededor les brillen los ojos…

Es mucho mejor ser de las personas que no están en el estercolero emocional buscando, ese estercolero en el que ni siquiera los perros se atreverían a entrar, ese donde solo hay cuervos y ratas. Es mucho mejor que te permitas ser feliz y aunque a veces encontrar la felicidad en ti no es fácil recuerda que es imposible encontrarla en otra parte… ni siquiera en la India.

¡Qué seas muy feliz estés donde estés!

Paloma

Paloma es Mind Coach y especialista en procesos de mejora a partir de técnicas de Programación Neurolingüística. Trabaja con personas ayudándoles a creer más en su potencial y a llegar ahí donde quieren.

www.palomasanz.com  Contacta: paloma@palomasanz.com o llama al 91 7377577