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Me acaba de llamar otra amiga para contarme que se separa, es la séptima noticia que me llega de separación o ruptura (incluida la mía) en los últimos dos meses. Parejas históricas, convivencias de hace años, parejas que parecían perfectas…¿qué está pasando?
Después de la ruptura, el problema más obvio en el caso de que sean parejas constituidas legalmente deriva de acuerdos matrimoniales, separaciones de bienes, custodia de los niños… pero incluso aquellas que no están constituidas legalmente sufren mucho a nivel emocional.

Y es que la pauta común a nivel emocional entre las parejas que han roto o se están separando es la pérdida de la autoestima, la sensación de fracaso, la incapacidad de pensar que sigues teniendo el mismo valor que antes de haberte embarcado en una relación que ha hecho que estés agotado, la ansiedad por no haber logrado las expectativas que tú o tu entorno esperaban, la dificultad para revisualizar un futuro…

A partir de aquí inicia todo un viaje hacia la reconstrucción de tu persona como ser humano, como hombre o como mujer, como padre o madre, como profesional, etc, que durará algún tiempo. Mi preguntas es ¿qué hacen las personas que gestionan este periodo estupendamente?

Estas son 4 de las cosas que ponen en práctica constantemente:

  • Mantienen un diálogo interno positivo. No es lo mismo levantarse y pensar “puf, otra mierda de día” que “hoy va a ser un día por el que merece la pena vivir al máximo”. Y además, porque aunque suene duro, no sabes si va a ser el último….
  • Rediseñan su visión de futuro lo antes posible (si no eres capaz de esto te puedes ayudar de un especialista o coach)
  • Dejan ir todo lo que hay que dejar ir y como decía el Coach Owen Fitzpatrick hace poco en su blog, además de dejar ir piensan: ¿qué es lo que me daba esa persona que me gustaba o de lo que disfrutaba y de qué forma puedo yo mismo volver a dármelo para seguir disfrutando de ello?
  • Se rodean de aquello que les hace sentir bien y les da energía positiva. En un artículo del mes de julio yo hablaba de los “anclajes” positivos que son tan útiles en esos momentos.

Así, poco a poco vas recomponiendo esta nueva versión de tu vida que por supuesto te hará crecer, como cada vez que llega algo nuevo. Y cuando menos te lo esperes, un día sin más, incluso volverás a sentir cómo tu cuerpo vibra cuando recibes un beso. Y no me refiero al beso de tu abuela o tu madre o de tus hijos, ese beso en la mejilla. No. Me refiero a “El Beso” que te va a recordar que estás vivo, que hace que un escalofrío te recorra la espalda como cuando tenías 16 años, que cuando miras a esa persona a los ojos, cuando os separáis un instante, ves un mar dentro de sus pupilas y os volvéis a besar hasta que uno de los dos susurra algo en un tono íntimo para mantener el encanto del momento, ese beso que para el tiempo, te derrite y eriza todo tu cuerpo. Ese que se perdió en tu anterior relación y que ahora vuelve para recordarte que te mereces sentirte vivo, amado y, si decides volver a estar en pareja, en una relación lo más sana posible.

El viaje y la recuperación no es sencillo pero al menos espero que estos 5 consejos te sean muy útiles….y si no estás en fase de ruptura con tu pareja te doy también un consejo: ¡recuerda besarla de vez en cuando como si se fuera a acabar el mundo!
¡Feliz primera semana de agosto!

Un beso

Paloma

Paloma es Mind Coach y especialista en procesos de mejora a partir de técnicas de Programación Neurolingüística. Trabaja en el mundo de la empresa, con clientes individuales y con deportistas ayudándoles a creer más en su potencial y a llegar ahí donde quieren.